Estilos de vida saludables

La forma en que vivimos, la manera en que interactuamos con las demás personas, nuestros hábitos y costumbres, creencias, etc., forman parte de nuestro estilo de vida. Y el conjunto permite que la forma en que convivimos con los demás sea sana. ¿Qué tal va la convivencia en tu hogar y en tu trabajo? Quizá sea necesario que conozcas más sobre estilos de vida saludables para que esta mejore. ¡Aquí te contamos más!

Hábitos saludables, la clave para una mejor convivencia

¿Qué hábitos saludables tienes? Los hábitos saludables no solamente te benefician a ti, sino también a quienes te rodean, ya sea de forma directa o indirecta. Estos son algunos hábitos que harán estilos de vida saludables, ¡anímate a practicarlos!

  • No practiques acciones que podrían dañar tu salud.
  • Evita situaciones que podrían propiciar que contraigas enfermedades.
  • Practica actividades deportivas.
  • Ten una alimentación sana.
  • Mantén un peso saludable.
  • Trata de controlar tu propio estrés.
  • Procura que tanto tu ambiente familiar, como laboral y social sea agradable.
  • Cuida tu salud con controles médicos periódicos.

Señales De Un Estilo De Vida Saludable

Mejorar los estilos de vida saludables

Además de cultivar buenos hábitos, existen señales o indicadores de que tienes un estilo de vida saludable. Por ejemplo, preguntarte cuáles son tus objetivos en la vida, proponértelos y trazar un plan de acción que te ayude a alcanzarlos es parte de un estilo de vida saludable puesto que le da sentido a tu día a día.

A lo anterior, se puede sumar el hecho de tener sentido de identidad, sentirte identificado con un grupo, una cultura, contigo mismo; además, la capacidad de cuidar de ti mismo, tanto de tu salud física como emocional y cultivar tu propio aprendizaje, etc.

  • Estas son señales de que tu estilo de vida es positivo para ti, pero también podemos agregar:
  • Ser capaz de proporcionar cariño ya sea a tu familia o a la misma sociedad.
  • Tener tiempo para ti mismo y las actividades que más te guste practicar.
  • Una buena relación familiar y social.
  • Acceso a programas o servicios que mejoren tu calidad de vida: seguro médico, educación, etc.
  • Estabilidad económica, ya sea por un trabajo estable o tu propio emprendimiento.

Tengamos que cuenta que los alimentos se clasifican en macronutrientes y micronutrientes, todos estos son necesarios e indispensables en todas las edades, pero son fundamentales principalmente para el crecimiento de niños, adolescentes y jóvenes, a excepción de aquellos casos en que tengan algún problema específico, como intolerancia a cualquier alimento, alergias o una enfermedad específica que les imposibilite su consumo.

La actividad física también es muy importante. Algunas personas, piensan que con su trabajo diario hacen suficiente ejercicio para estar en forma. Subir y bajar unas escaleras o mantenerse buena parte de la jornada de pie, para mucha gente parece constituir una fatiga física. Puede que constituya algo de fatiga, pero esas actividades no permiten una exigencia importante del sistema cardiovascular (corazón) como para que produzcan un efecto de ejercicio.

Habitos Saludables

¿Cómo fomentar los buenos hábitos?

Tener buenos hábitos es señal de amor propio y respeto por los demás. Para mejorar como personas es importante partir de analizar aquellos malos hábitos que queremos erradicar de nuestro estilo de vida. Al ponernos a pensar en ellos notaremos cómo afectan nuestra vida y nuestra relación con los otros, por ejemplo, el malestar que causamos por ser impuntuales, los problemas de salud que tenemos por no alimentarnos bien, o a nuestras horas, etc.

Para fomentar buenos hábitos en tu vida, identifica aquellos que quieras implementar y ponlos en práctica por los próximos treinta días consecutivos, verás cómo luego de este tiempo formarán parte de tu rutina si ningún esfuerzo. Empieza por una alimentación saludable y ejercitarte a diario y notarás los resultados pasado este tiempo.

¿Qué es la alimentación saludable?

La alimentación saludable es aquella que permite alcanzar y mantener un funcionamiento óptimo del organismo, conservar o restablecer la salud y disminuir el riesgo de padecer enfermedades. Cada persona tiene requerimientos nutricionales en función de su edad, sexo, talla y actividad física, recordando además que no es lo mismo alimentarse que nutrirse.

Asimismo, se debe evitar el consumo de tabaco, alcohol y drogas; es importante que si la persona se siente enfermo o enferma asista a la unidad de salud para que sea evaluado y recibir un tratamiento ya que toda enfermedad descubierta a tiempo se puede controlar rápidamente. Hombres y mujeres a partir de los 40 años de edad es necesario que sean evaluados para detectar si tienen enfermedades no transmisibles como ser: diabetes tipo 2 (azúcar en la sangre), hipertensión arterial (presión arterial alta), padecimientos del corazón ya que estas se dan por estilos de vida poco saludables.

Un entorno saludable

El entorno saludable es el lugar físico, social y cultural donde vivimos diariamente (casa, escuela, lugar de trabajo, vecindario, ciudad) y donde establecemos relaciones sociales que determinan una manera de comportamiento y de ser. El concepto de Entornos Saludables incluye tanto los aspectos de saneamiento básico, como los relacionados con espacios físicos limpios y adecuados, así como las redes de apoyo para lograr ámbitos psicosociales sanos y seguros, libres de violencia (abuso físico, verbal y emocional). Asimismo, las actividades de información y de educación para la salud que constituyen un complemento de estas otras formas de intervención. Por lo tanto, es importante destacar también que los estilos de vida saludables, son aquellos en los que se mantiene una armonía y equilibrio en la alimentación, actividad o ejercicio físico, vida sexual sana, conducción segura, manejo del estrés, capacidad intelectual, recreación (sobre todo al aire libre) descanso, higiene, paz espiritual, buenas relaciones interpersonales, y de las relaciones que tenemos con nuestro entorno social.

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