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Se define como probióticos a los microorganismos vivos con efectos beneficiosos para la salud que son usados en la prevención y tratamiento de enfermedades agudas y crónicas del intestino y otras afecciones gastrointestinales [1]. Estos microorganismos son considerados por expertos en salud como “inherentes a la nutrición básica” [2].
Pero al hablar de los probióticos es clave no pasar por alto el concepto de la microbiota y por qué esta es tan importante para el organismo.
La microbiota “es un conjunto de microorganismos vivos que colonizan la piel y las mucosas” y que tenemos todas las personas. Por tanto, según los estudios, “ya podríamos encontrarnos microorganismos que se utilizan como probióticos formando parte de la microbiota humana de manera natural” [2].
Sin embargo, a veces el cuerpo no logra colonizar la cantidad adecuada de bacterias beneficiosas, y, por lo tanto, es necesario ingerir alimentos o suplementos que cuentan con probióticos para crear un balance perfecto en nuestro sistema intestinal.
Así, diversa bibliografía científica señala que los probióticos tienen un efecto modulador y altamente significativo de la microbiota intestinal, y esto porque estimula el proceso de colonización y crecimiento de bacterias benéficas [2].
Más información aquí: ¿Qué son los probióticos? – Revista para Profesionales de la Salud
Los probióticos se han convertido en parte importante de la dieta humana para ayudar con la digestión, potenciar la microbiota intestinal, mantener en buen funcionamiento el tracto intestinal, fortalecer el sistema inmune, así como para otros efectos en pro de la salud.
¿Por qué en La Buena Nutrición insistimos en promover la ingesta de probióticos como parte de nuestras recomendaciones? Es simple, porque los beneficios de los probióticos, su interacción en la microbiota, sus efectos inmunomoduladores, etcétera, constituyen uno de los patrimonios nutricionales más interesantes de la humanidad y, nos parece, como comunidad, que es importante mostrar sus beneficios en la vida de más y más familias.
Aquí algunas características de los probióticos según base científica [1].
1) Un agente probiótico debe mostrar propiedades no patógenas.
2) Debe tener capacidad de supervivencia a través del tracto digestivo.
3) Tiene adherencia fácil al epitelio intestinal.
4) Ayuda a la colonización en el tracto intestinal.
5) Impulsa la producción rápida de sustancias antimicrobianas.
6) Mantiene una adecuada supervivencia (estabilidad) en forma de polvo, líquido o en alimentos.
La comunidad científica ha identificado dos tipos de probióticos: los bacterianos y los de levadura. Entre los bacterianos, los más comunes son los Lactobacillus y Bifidobacterium, conformados por distintas especies [1].
Dentro de los Lactobacillus aceptadas, están las siguientes subespecies [3]
Y dentro de las especies del Bifidobacterium aceptadas como probióticos:
Los estudios científicos han anotado que los probióticos participan en la prevención y tratamiento de enfermedades infecciosas agudas digestivas, enfermedades crónicas intestinales y hepáticas; pero también actúan sobre la función inmune del huésped y la homeostasis intestinal, y pueden modular la microbiota intestinal. Además, tienen un efecto significativo contra las afecciones alérgicas y autoinmunes, como el asma, la dermatitis atópica y la artritis reumática [1].
La interacción de los probióticos en el organismo, según una revisión sistemática y pruebas científicas, muestran que [1]:
Es un hecho: las interacciones de los probióticos tanto en la microbiota como en el organismo, representan aportes altamente confiables, expuestas con una sólida base científica.
Importancia de los productos fortificados
Los probióticos se encuentran en los alimentos fermentados, ya que estos tienen cultivos microbianos agregados en su proceso industrial. El yogurt, por ejemplo, es un alimento en el cual encontramos probióticos.
Por otro lado, también existen en el mercado alimentos no fermentados a los que se les agrega microorganismos. Estos alimentos incluyen algunos cereales, jugos, leches, barras nutritivas, batidos, píldoras y fórmulas maternizadas para bebés y niños pequeños [4].
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La Buena Nutrición
Fuentes:
[1] Revista Cubana de Pediatría en Scielo.sld. 2018
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-75312018000200009
[2] Microbiota intestinal y salud infantil. Artículo Científico. 2018
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-75312018000100010
[3] Gloria: Interacción de los probióticos con la microbiota intestinal y la obesidad.
file:///C:/Users/Intel/Downloads/INTERACCION%20DE%20LOSPROBIOTICOS%20BARBARA%20EMO%20BRASIL.pdf
[4] National Institutes of Health
https://ods.od.nih.gov/factsheets/Probiotics-DatosEnEspanol/