Suscríbete a
nuestro boletín
para novedades
Déjanos tus datos para suscribirte y recibe notificaciones de nuestras publicaciones.
Durante las últimas décadas las proteínas se han vuelto el protagonista y aliado principal del universo fitness, pero también del reglaje nutricional para proteger la salud, aumentar las defensas y repotenciar el sistema inmunológico. Es decir, este macronutriente es hoy por hoy tendencia gracias a su “composición rica en carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, organizados por moléculas formadas por aminoácidos y unidas por enlaces peptídicos”[1]. Todo un boom.
En el presente artículo, repasamos un poco sobre las proteínas diarias: sus composiciones, sus funciones principales, el grado de consumo diario que debe tener una persona y cómo ayuda al sistema de defensa humano.
Las proteínas, desde el punto de vista médico-científico, son el constituyente básico de todas las células vivas, ya sea tanto en el espectro humano, animal e, incluso, vegetal. En el campo humano, las proteínas componen las tres cuartas partes del peso seco de la mayoría de células del organismo. Después del agua, las proteínas constituyen la mayor proporción de los tejidos.
Por otra parte, las proteínas son esenciales en la formativa de hormonas, enzimas, anticuerpos, neurotransmisores, transportadores de nutrientes y otras muchas sustancias esenciales para el cuerpo humano.
Según la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Nutricionistas y Dietistas, “la función de la proteína, en primer lugar, es estructural y en último lugar, energética. Son moléculas de enorme tamaño formadas por la unión de moléculas más sencillas, llamadas aminoácidos (aa), mediante enlaces peptídicos. La mayoría de las proteínas se descomponen en aminoácidos (esenciales y no esenciales) antes de absorberse, siendo éstos los bloques de construcción principales de todas las estructuras corporales, incluidos los músculos”[2].
Desde el punto de vista científico, las proteínas pueden clasificarse en dos espectros importantes[3]:
A su vez, estas pueden traducirse tanto como proteínas vegetales (proteínas simples) como proteínas animales (proteínas conjugadas). Desde luego, en ambos casos se engloba los derivados de cada categoría.
Desde el punto de vista científico, consumir una dieta rica en proteínas es significativamente fundamental para otorgar al organismo todos los aminoácidos esenciales que requiere. Pero también por otras funciones básicas como las siguientes que apunta la Organización Mundial de la Salud[4]:
Ahora bien, luego de haber revisado un contexto elemental alrededor de las proteínas, podemos observar que muchas de sus funciones tienen un efecto positivo y reparador dentro del organismo. De esta manera, cabe hacerse la pregunta si este macronutriente fortalece los sistemas de defensa.
En un artículo científico de la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, escrito por los doctores Jordi Rabassa e Imma Palma[5], se llega a la conclusión de que las proteínas sí dan un soporte importante tanto al sistema de defensa y al sistema inmunológico. Los expertos señalan que existen proteínas que “protegen de los daños físicos o mecánicos como la queratina; proteínas que están implicados en la coagulación e impiden la pérdida de sangre como el fibrinógeno y la trombina; proteínas que producen anticuerpos ante la presencia de las bacterias y los virus como los linfocitos”.
Por otro lado, existe un grupo de proteínas llamadas globulares que se dividen en “anticuerpos” (Ac) e inmunoglobulinas (lg), las cuales participan en la defensa contra bacterias y parásitos mayores. Estas proteínas circulan por la sangre y penetran en los fluidos corporales donde se unen al antígeno que provocó su formación.
De esta manera, señalan los expertos, “las estructuras de las proteínas de defensa son específicas, al igual que la especificidad de los antígenos, ya que ello permite al sistema inmune combatir gran número de agentes patógenos y mantener un recuerdo celular para posibles encuentros futuros”.
Por último, agregan que existen otras proteínas defensivas como la inmunoglobulina. Aquí algunos ejemplos:
Las proteínas conjugadas o completas son las que poseen estos elementos de defensa y pueden encontrarse tanto en:
Pero también algunas proteínas incompletas consolidan las defensas del organismo:
La recomendación de la OMS y de expertos Gloria es la siguiente:
Cada persona debe consumir de 0,8 a 1 gramos de proteína por cada kilo de peso, siempre y cuando seamos una persona adulta y saludable.
Por ejemplo: una mujer adulta, sana y con un estilo de vida saludable, que pese 50 kilos, debería ingerir aproximadamente 50 gramos de proteína diariamente. Lo mismo en el caso del hombre, pero aumentando su peso, ergo, sus gramos de proteína en consumo.
Hay que tener en cuenta que esta cifra aumenta para las personas que practican deporte o hacen mucho movimiento, ya que estas tienen un mayor desgaste. Para la mayoría de deportes, un consumo de entre 1,3 gr. y 1,8 gr. de proteína por kg de peso corporal es suficiente para mejorar el rendimiento deportivo, fuerza y ganancias musculares.
¿Qué opinas de esta información? Puedes dejarnos tus comentarios, aportes y propias conclusiones. ¡Comparte esta información con tus contactos para seguir difundiendo información sustentada por expertos y brindar más conocimiento de salud y nutrición a las personas que lo necesitan!
Descarga nuestra revista digital sobre Nutrientes Claves.
[1] Fuente: Tesis de la Universidad de Zaragoza, del Departamento de Producción Animal y Ciencias de Alimentos 2019.
https://zaguan.unizar.es/record/83961/files/TESIS-2019-136.pdf
[2] Fuente: Revista de Nutrición de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Nutricionistas y Dietistas, impulsada por el Colegio de Nutricionistas del Perú. 2019.
https://cnp.org.pe/wp-content/uploads/2018/03/Revista-CONFELANYD-N%C2%B0-5.pdf
[3] Fuente: Cuadro Esquemático elaborado por la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México:
https://depa.fquim.unam.mx/amyd/archivero/PROTEINAS(CLASIFICACION)_20610.pdf
[4] Fuente: Organización Mundial de la Salud 2018.
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/healthy-diet
[5] Fuente: Revista Española de Nutrición Humana y Dietética. 2017
https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2174-51452017000100008