Suscríbete a
nuestro boletín
para novedades
Déjanos tus datos para suscribirte y recibe notificaciones de nuestras publicaciones.
La lactosa es el principal azúcar de la leche y sus derivados. Se trata de un azúcar natural, no de un azúcar agregado artificialmente. Sin embargo, la lactosa necesita de otro componente para poder ser digerido: la “lactasa”, que es naturalmente producida por nuestro intestino.
Porque permite que el calcio de la leche se absorba en un 40%, ya que el calcio presente en otro tipo de alimentos vegetales, que no contienen lactosa en su composición, sólo se absorbe en un 28 % aproximadamente.
Muchas personas no producen “lactasa” en cantidad suficiente y esto hace que la lactosa no se digiera por completo, llegue al colon (última parte del intestino) y se fermente produciendo gases, diarrea y dolor.
Si te han diagnosticado intolerancia a la lactosa, eso quiere decir que tu cuerpo no produce suficiente lactasa. En este caso, es preferible que utilices lácteos deslactosados, pues estos facilitarán la digestión del lácteo.
Como habrás podido notar, la lactosa no es perjudicial para tu salud pero hay personas que no la toleran. Y en ese caso, el consumo de lácteos deslactosados es lo mejor para evitar cualquier malestar.
Fuente: